“NOI SIAMO LA MAGNA GRECIA” es uno de los cánticos que los seguidores (tifosi) del Crotone F. C. (Football Club) entonan cuando visita su estadio algún equipo (squadra) del norte de Italia / por si la cosa no quedara suficientemente clara un grupo de supporters / autodenominado Gioventù Pitagorica / ha adoptado como símbolo la imagen de un guerrero aqueo / son estos aficionados los que suelen corear al portero rival (aquí el informante / un erasmus peruano / utiliza la palabra arquero) “oi portie a fissa i mammta / eoooo / oi portie a fissa i mammta / eoooo / oi portie a fissa i mammta / eoooo” / mentándole la madre en dialecto calabrés (conchatumadre o chingatumadre en la versión peruana) / en contra de lo que pudiera parecer / estos animadores / cumplidores pitagóricos / preconizan la no violencia tal como se practicaba ya en la comunidad pitagórica de Crotona / una comuna científico-religiosa y vegetariana fundada en 518 a.C. que no excluía a las mujeres / como tampoco se las elude en la cancha del Crotone F. C. (temple del calcio) / donde las Figlie di Hera constituyen un grupo ancor più particolare / pues está compuesto exclusivamente por donne e ragazze que ya se han ganado el rispetto di tutta la curva dei sostenitori rossoblù / así sorprende que el corresponsal / cuya asistencia al menos a dos partidos en el Estadio Comunale Ezio Scida / está perfectamente documentada / no haga ningún comentario sobre estas animadoras femeninas / pero el mismo descuido mostró Aristóteles a la hora de citar a Pitágoras en el texto en que glosó / con poco disimulado escepticismo / una de sus más sugerentes ideas / LA MÚSICA DE LAS ESFERAS / algunos creen (esa es la fórmula que utiliza) que los cuerpos celestes emiten a través del éter series de sonidos armónicos cuya combinación produce una melodía permanente a la que llaman música de las esferas / afirman que tales sonidos resultan de la vibración producida por los movimientos rotatorios de los astros en el espacio cósmico / cada uno de ellos en un tono diferente de la escala musical en función del tamaño de los radios de sus órbitas / de la misma forma que las notas emitidas por las cuerdas de una lira dependen de su longitud / los hombres no pueden escuchar la melodía cósmica porque han crecido acostumbrados a ella / y porque los cuerpos celestes que giran sin tregua en sus órbitas producen sin cesar estas armonías / de modo que al no haber intervalos de silencio no se puede apreciar la música ya que ambos se perciben únicamente por su mutuo contraste / así y todo consideran los pitagóricos que la música de los hombres no es más que un eco / una sombra / de la música de las esferas que resuena en nuestro espíritu pese a que no podamos percibirla con los sentidos /
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